Adoptar es un gran gesto que ayuda a muchos perros a tener una segunda oportunidad y a salir del chenil donde pasaban sus días. Nosotros recomendamos siempre adoptar. Pero, qué ocurre si ya tenemos un perro en casa, ¿será bueno traer otro más?
Pues bien, todo depende de las personalidades y el estado emocional de ambos perros, porque recordemos, son animales sociales, pero no necesariamente sociables.
Cuando decidamos incorporar un nuevo miembro de 4 patas a nuestra familia tenemos que tener en cuenta esto y valorar si a nuestro perro le irá bien convivir con otro y si el que adoptemos podrá llegar a tener una convivencia sana en una casa con perro.
En los casos en los que el objetivo es generar bienestar entre los miembros del grupo y prevenir o tratar conflictos internos, analizamos siempre a cada perro de forma individual y lo contrastamos con cómo era su comportamiento antes de que viviesen juntos.
Tenemos muchos aspectos en cuenta a la hora de aplicar cualquier tratamiento, cómo pueden ser: diferencias de edad, tipos de raza, tamaño, intereses vitales, estado emocional, salud y estado físico… ya que todas estas cosas son fundamentales para que se lleven bien, porque si no se sienten bien consigo mismos, difícilmente podrán convivir bien en grupo.
Hay que saber que un perro con problemas físicos o emocionales puede experimentar altos niveles de estrés, y que un perro estresado se convierte en un estresor para el grupo.
En la foto tenemos a Swan, una amigable perra de 10 años a la que estamos ayudando a gestionar la llegada de dos nuevos peludos.
Llegada un nuevo miembro a la familia perruna. ¿afectará a los perros que ya viven con nosotros?
